¡Buenas, muchachada! Hoy vamos a desgranar lo que fue una verdadera siesta en el Estadio Tres de Febrero, donde Almagro y Colegiales nos “deleitaron” con un empate sin goles tan emocionante como esperar el colectivo un domingo lluvioso. Sí, señores, 0-0 terminó la cosa y parece que los arcos estaban más cerrados que boliche en lunes.
Para ponerle algo de pimienta al asunto —porque ni la mostaza alcanzaba para dar sabor a este partido— tuvimos unas cuantas sustituciones que parecían más interminables que serie de Netflix sin final. En total entre ambos equipos hubo ¡mil cambios! Está bien exagero pero fueron muchos igual: diez para ser exactos. Parece que tanto Almagro como Colegiales intentaron encontrar alguna fórmula mágica tipo Charly García cambiando acordes en medio del concierto pero ninguno dio con la tecla.
Apenitas empezado el segundo tiempo, ya veíamos tarjetas amarillas volando por ahí como palomas en plaza Congreso después de haber espantado las migajas del pan. Luego siguieron los cambios uno tras otro; entraron y salieron jugadores más rápido que fanático escapándose del laburo para ver el partido. Y hablando de salir… ¿alguno realmente quiso ganarse su lugar o todos estaban pensando ya qué pedir en la pizzería post partido?
El arbitraje tampoco esquivó controversias hoy eh —bueno tampoco tantas porque no pasaba nada relevante— menor Gutiérrez llevó eso tranquilo pero le metió sus condimentos propios asegurándose nadie olvide su nombre esta tarde dominguera.
En conclusión, nuestros queridos teams se tomaron muy a pecho eso de “defender es mejor que lamentar”, mostrándonos un espectáculo defensivo casi religioso digno cualquier procesión donde todos rezan pero nadie se atreve avanzar hacia adelante.
Así estamos ché… Esperemos tener mejores noticias futbolísticas pronto o tendremos cambiarle por telenovelas turcas dramáticas donde al menos alguien llora o dice “Te amo”. Mientras tanto seguimos aquí analizando cada paso incluso aquellos partidos cuyo mayor logro sea hacernos practicar paciencia y amor real por nuestro deporte preferido ¡Hasta luego amigos!
¿Será posible un poco más emoción próxima vez? Cruzamos deduchos!