Blog de Fútbol: Un Duelo al Ritmo del Rock Nacional en el José María Minella
¡Qué tal, queridos futboleros! El último sábado nos encontramos con un partido que fue más movido que recital de La Renga en Mar del Plata. Hablamos del encuentro entre Alvarado y Almagro por la sexta jornada de la Primera Nacional 2025, donde los tantos se hicieron desear como segundo plato después de una empanada.
En este duelo disputado bajo el cielo marplatense, ambos equipos salieron a la cancha con más ganas que Charly García corriendo a buscar un piano. Pero vamos por partes como dijo Jack el Destripador, analicemos lo ocurrido sin perder ese toque picante y sarcástico que tanto nos gusta.
Desde el arranque, Almagro no perdió tiempo demostrando quién mandaba y al minuto dos ya estaban haciendo sonar la red rival gracias a F. Quiroga quien parece haber encontrado las llaves del gol muy temprano en el juego. Ahí estábamos todos pensando si iba a ser uno de esos partidos para ponerse cómodo y disfrutar o simplemente clavarnos mirando las olas romper contra la orilla mientras nada pasaba.
Sin embargo, tras esa rápida conquista inicial parecían más enfocados en coleccionar tarjetas amarillas que goles –una especie tributo futbolístico al rock pesado argentino– porque M. Garcia primero y luego J. Vitale vieron las amonestaciones casi seguiditas antes incluso de llegar al entretiempo.
Entrando al segundo tiempo parecía todo definido hasta que D.Ortíz quiso imitar a Gustavo Cerati reviviendo canciones inmortales; igualó para Alvarado anotándose su propio tema épico hacia los ’72 minutos dejándonos tan sorprendidos como cuando escuchás hablar bien inglés por primera vez a Ricardo Iorio (si eso pasa).
Como buen show rockero hubo cambios sobre el final — varios intentos desde ambas bandas buscando darle vuelta pero ninguno lograba encontrar esas notas perfectamente distorsionadas para llevarse los tres puntos casa (como suele pasar cuando buscas aquel CD viejo pero te das cuenta demasiado tarde). Casi podías ver cómo cada técnico hacía malabares cual Indio Solari tratando coordinarlo todo sin caerse del escenario.
El pitazo final llegó marcando 1-1 y aunque nadie pudo gritar victoria sí podemos decir fuertemente “aguante” porque estos muchachones dieron cátedra sobre cómo mantenernos enganchados hasta los últimos acordes… digo segundos!
Así cerraron otro capítulo más apasionante ¿y qué aprendimos hoy? Que así como Pappo podría sacarte unos riffeos blues increíbles desde cualquier guitarra vieja estos chicos pueden hacer vibrar unas cuantas redes aún quedándose cortos en resultados finales.
Ciertamente esperábamos algo más emocionantemente decisivo quizá pero bueno… ¡eso también es parte del fútbol!