¡Buenas, muchachos! Hoy vamos a desgranar un partidazo como si estuviéramos en la mesa de un café, con un cortado en mano y un pedazo de facturas. Hablamos del encuentro entre Argentinos JRS e Instituto Córdoba, disputado en el mítico Estadio Diego Armando Maradona, un templo donde las emociones están más cargadas que colectivo en hora pico.
El partido, que tuvo lugar el 2 de marzo de 2025, fue un verdadero show de fútbol, picante y con más revoluciones que motor de Falcon en ruta. Arrancamos con un primer tiempo que fue más trabado que tráfico en la 9 de Julio un viernes por la tarde; sin goles, pero con la pelota yendo y viniendo como ping-pong.
El segundo tiempo, eso sí, fue otra historia. Argentinos JRS salió con todo, como gaucho con nuevo caballo. A los 55, Álan Rodríguez, después de haber sido amonestado más temprano por discutir como vendedor en feria, metió un golazo que dejó a la defensa de Instituto más descolocada que turista en el Obelisco. Y no pasó ni un suspiro, que a los 74, Tomás Molina clavó el segundo, un gol que fue más dulce que mermelada de membrillo.
Instituto, por su parte, intentó reaccionar, pero estaba más perdido que chico en laberinto. Y, claro, entre tarjetas amarillas que volaron más que palomas en Plaza de Mayo y cambios que se sucedieron como promesas en campaña electoral, no lograron remontar.
Destacar, además, la labor del árbitro, L. Lobo, que tuvo más trabajo que mozo en día de madre, intentando mantener las cosas en orden ante un partido que por momentos se calentó más que verano en Buenos Aires.
Al final, Argentinos JRS se llevó los tres puntos con un claro 2-0, dejando a los de Instituto mascando la derrota como bife demasiado cocido. Un arranque prometedor para los Bichos en esta Liga Profesional Argentina 2025, mientras que Instituto tendrá que volver al tablero y planificar como director técnico en noche de derrota.
Y así, cerramos este análisis futbolero, esperando que el próximo encuentro nos traiga tantas emociones como sobrino en día de cumpleaños. ¡Hasta la próxima, campeones!