¡Hola, muchachos! ¿Cómo andamos? Hoy les traigo una perlita futbolera desde el corazón de Córdoba. Nos metemos en un partido que tuvo menos ritmo que Charly García tocando la flauta dulce, pero igual vamos a sacarle jugo.
Estoy hablando del encuentro entre Central Córdoba de Santiago y Quilmes por la Copa Argentina 2025, específicamente la primera ronda. El match se jugó en el Estadio Julio César Villagra (que suena más grandioso que cantante de cuarteto después de tres fernets). Pero bueno, a lo nuestro.
El árbitro P. Echavarría no tuvo mucho laburo porque el juego fue más limpio que conventillo recién baldeado. A pesar del ambiente tranqui en las tribunas y las promesas pre-partido, los goles brillaron por su ausencia… casi todo el tiempo.
Los primeros 45 minutos fueron tan emocionantes como escuchar “O Sole Mio” interpretado por Indio Solari; ni Central Cordoba ni Quilmes lograron romper el cero. Después del descanso volvimos al verde césped con la esperanza renovada solo para ver cómo seguían sin embocarla… hasta que llegó ese gol solitario como tango de Discépolo: Machado puso a Quilmes arriba en el marcador al minuto 78 tras una asistencia perfecta de Miño —esa dupla sí supo cómo darle melodía al silencio previo.
Central Cordoba intentaba reaccionar con cambios más frecuentes que opiniones sobre Maradona vs Messi: hicieron cinco sustituciones buscando esa chispa divina tipo Gilda cuando te prende cualquier bailanta pero nah… No hubo caso.
Con este triunfo ajustado como pantalón luego de las fiestas, Quilmes avanza dejando atrás a un Central Córdoba desconsolado cual fanático viendo perder a Cerati contra Bublé en un karaoke celestial.
Y así terminamos otra jornada copera donde algunos seguirán soñando con levantar la copa mientras otros ya están pensando qué nueva excusa inventarse para justificar esta derrota ante sus suegras futboleras.
¿Qué nos enseña esto? Que no siempre quien tiene más posesión o hace más cambios gana—como diría Ricardo Arjona si fuera comentarista deportivo—y aveces simplemente es mejor ser efectivo aunque sea una sola vez pero bien hecha (sí, también podría ser letra arjoniana).
Bueno gente linda, me despido no sin antes recordarte: En fútbol como en música rock nacional – nunca falta alguien diciendo “este era mi tema” aun cuando claramente estaba fuera de lugar.
¡Hasta la próxima!