¡Qué partido, papá! Análisis del Chacarita Juniors vs. Defensores Unidos
Buenas, gente linda, hoy les traigo una perla que se vivió en el Estadio de Chacarita Juniors este finde largo. Ya sabemos todos cómo es esto del fútbol: a veces más impredecible que Pappo en un solo de guitarra y otras tan predecible como la misa del domingo.
El match comenzó sin mucha chispa, con ambos equipos midiéndose tanto como vedette nueva en Mar del Plata hasta que llegamos al medio tiempo con un empate clavado a cero. Pero claro, ¿quién quiere panza cuando puede tener fiesta? Y la segunda parte fue justo eso: ¡una verdadera celebración funebrera!
Como si los jugadores hubieran tomado un Red Bull o escuchado una arenga de La Renga durante el descanso porque salieron con todo para dar show. Los cambios tácticos por parte de ambos técnicos me hicieron recordar esos recitales donde cambian las luces y arranca ese riff inconfundible – sí amigos, mucho rock n’ roll pero esta vez en botines.
Y entonces ocurrió lo inevitable: *golazo* de Ciccolini (no Leonardo Favio pero casi) haciendo estallar al público local allá por el minuto 70; seguido cerca por Figueroa que plasmó otra joyita sobre los 90+5′. Para cerrarlo bien arriba Víctor Heredia diría “Sobreviviendo”.
Ahora hablemos un poco de Defensores Unidos… ayayai queridos hermanos… parecían Luis Miguel desorientado buscando su camioneta después de tres noches locas—perdidos total entre inventiva y precisión.
Chaca demostró ser Charly García tocando frente a Sui Generis — totalmente superior aunque algo temperamental y amonestado repetidamente durante toda esa “pelea” futbolística cargada emocionalmente hablando.
A todo esto señores árbitros – especialmente D. Zamora -, gracias che, ni Cerati nos cortaba tanto la onda manejando sus tarjetitas amarillas como frutilla para adornar cada falta menor digna apenas mencionarte aquí…
Terminé mi mate mientras reflexionaba acerca del espectáculo montadito esta tarde bajo nuestra fe pasional argenta hacia el deporte rey llamándolo simplemente FUTBOL CON MAYÚSCULAS где команды дадут все от себя за любовь к игре и борьбу до последнего свистка или как мы decimos aquí ‘hasta el pitazo final’.
¡Abrazo grande a todos! Y recuerden: En Argentina el fútbol no solo es una religión sino también nuestro propio concierto diario donde todos somos protagonistas cantando desde cualquier tribuna imaginable.