¡Che, bienvenidos a este rinconcito futbolero en la web! Hoy les traigo el resumen del partido entre Defensa y Justicia contra Tigre, jugado en el coqueto Estadio Norberto “Tito” Tomaghello. ¡Y te digo que estuvo más movido que baile de Charly García en recital con lluvia!
Arrancamos con un primer tiempo parejo como las peleas de Maradona contra Pelé por ser el mejor – nadie sacaba ventaja, ninguno al arco. Parecía uno de esos conciertos donde esperas que suene tu canción favorita pero los músicos se quedan afinando todo el rato.
Para sorprendernos a todos, o no tanto si seguiste algún otro parti2 este año (ya sabés cómo es esto), ambos equipos salieron del vestuario decididos a dejar la pasividad para la misa dominical. Y sí, porque después del té o mate cocido –que aquí no nombraremos– empezaron los cambios rápidos tipo Soda Stereo cambiando instrumentos en pleno show: 4 cambios antes de arrancar nuevamente y hacerte pensar “¿y estos muchachitos quién son?”
El golpe inicial lo dio Defensa cuando J.B Miritello metió una pepa linda al minuto 52 asistido por M. Ramirez; ese gol fue tan hermoso como escuchar ‘De música ligera’ justo cuando pensabas irte del boliche. No obstante, la alegría local duró poco ya que N. Paz decidió ponerse rápido los pantalones largos y respondió para Tigre 6 minutos después sin ayuda ni nada – un verdadero solista rockstar type!
Con las espadas niveladas y mi corazón latiendo fuerte (por culpa de dos empanadas mal digeridas), S. Medina pateó sobre puerta y marcó una diferencia crucial al minuto 79 ayudado por B.Armoa – dúo dinámico cual Spinetta-Luis Alberto cantándole a las penumbras.
A partir de ahí querid@s lectores… El resto fue coser y cantar: Defensa intentando desesperadamente encontrar alguna melodía nueva mientras Tigre administraba su lead como Fito Páez sus clásicos derechos de autor —con inteligencia táctica.
Finalmente nuestro árbitro Luis Lobo Medina –nada qué ver con Shakira aunque quisiera- pitó cierre tras unos seis minutos extra llenos más tensión que grupo familiar discutiendo política durante cena navideña.
En conclusión: otro día típico bajo nuestro glorioso cielo celeste y blanco donde fútbol nos dejó emociones mezcladas entre frustración e inspiración… Un poco como nuestra económica ¿cierto? Pero bueno eso ya es tema para otra charla sin pelota rodante; ¡Hasta próxima croniquilla deportiva!