¡Bienvenidos, amigos del fútbol! Hoy vamos a desmenuzar el partidazo que se vivió en el Estadio Gigante de Villa Fox, un encuentro que parecía más un recital de Charly García en sus mejores tiempos por cómo dominó Gimnasia Jujuy sobre Defensores Unidos. ¿El resultado? Un contundente 3-0 que dejó a los locales bailando un tango bien melancólico.
Desde el arranque, con apenas 3 minutos en el cronómetro, J. Perales le puso la cereza al pastel con asistencia de F. Molina para poner adelante a Gimnasia Jujuy – mostrándonos una sincronización digna de Soda Stereo en su mejor época. Mientras tanto, los muchachos de Defensores Unidos no tardaron mucho en demostrar su frustración; D.E. Aguirre sacudiendo las tarjetas amarillas como si estuviera repartiendo volantes para misa domingo por la mañana.
Entre tarjeta y tarjeta (porque vimos unas cuantas), llegaron más goles para los visitantes. Fue al minuto 51 cuando F. Maidana decidió convertirse en héroe marcando gol después del descanso, porque claro, parece ser regla no escrita que siempre duele más cuando te clavan uno justo empezando el segundo tiempo.
Y ya para cerrar este baile —perdón quería decir partido— C.Menéndez selló todo con otro golazo al minuto 89 haciendo inútil cualquier intento divino o terrenal por parte de Defensores Unidos por salvar algo del honor.
Pero esperen… aún hay más condimento en esta empanada futbolística: las sustituciones fueron tantas que hasta perderías la cuenta intentando seguir quién salía y quién entraba —una verdadera procesión religiosa cambiando santos como quien cambia figuritas repetidas tratando encontrar alguna solución milagrosa!
En resumen chicos: fue una noche donde Gimnasia Jujuy orquestó un concierto magistral mientras que Defensores Unidos simplemente olvidaron afinar sus instrumentos antes del show principal.
Así es esto del fútbol criollo señores… ¡Hasta la próxima reseña deportiva con sabor local!