¡Buenas, gente! Hoy vamos a charlar un toque sobre el partidazo que se vivió en el Estadio Abel Sastre de Puerto Madryn, donde Deportivo Madryn y Ferro Carril Oeste nos dieron una demostración de cómo se juega al fútbol en la Primera Nacional. Claro, porque este encuentro tuvo todos los condimentos: tensión, tarjetas amarillas como para hacerse un mazo de truco, y claro está, ese golcito picante que definió todo.
Empezamos con un primer tiempo más trabado que Charly García en sus mejores épocas—todo respeto al maestro. Ningún equipo logró romper el cero; parecía uno de esos recitales donde esperás el hit pero solo te suenan las caras B. Pero bueno, cada partido tiene su ritmo.
En cuanto a la segunda mitad del show… digo del partido (a veces me confundo), ahí sí que empezaron los fuegos artificiales. A ver si nos entendemos: no es que haya sido una sinfonía tipo ‘La Máquina’ de Soda Stereo tocando “De música ligera”, pero por lo menos hubo algo más para chusmear aparte del pasto verde.
El único gol llegó cortesía de Nicolás Solís allá por el minuto 70 —una especie de santo redentor bajando a darnos esperanza—y vaya si será recordado pues le dio la victoria al local por 1-0 contra Ferro Carril Oeste. Un poco después nuestro goleador se ganó una amarilla ¿Será acaso fanático del color? Igual tranqui Nico, aquí te perdonamos porque trajiste alegría pa’ casa.
Y hablemos también de las tarjetitas amarillas porque esto parece coleccionista compulsivo en feria del libro —todos querían una! Entre empujones y patadas calculadas malamente cual banda desafinada intentando arrancarse sin compás alguna balada nocturna. No diré nombres completos (para evitar dramas familiares) pero entre F.Monetti desde tempranito calentando ánimos hasta Vallejos casi cerrándolo con broche oro… digamos que Pafundi estuvo tan ocupado como pastor evangélico domingo al mediodía arreglando pecadores!
Para sumarle drama digno novela turca: ¡hubieron cambios como para hacer dos equipos nuevos! Parece ser estrategia o quizás justicia poética asegurarse nadie termine fresco.
Así quedaron las cosas muchachada: típico duelo criollo lleno vaivenes emocionales donde sólo falta bajar alguien cielos declararlo milagro deportivo nacional estilo “San Diego Maradona” guiándonos hacia luz eterna gol…
Con esta victoria hogareña quien sabe… tal vez los veamos escalando posiciones como quienes buscan llegar puestos templarios célicos ansiados playoffs finales mientras nuestros visitantes deberán reorganizar filas pensar tácticas nuevas enfrenten próximo rival cara muy alta o riesgo quedar rezagados purgatorios tablas abajo…
Nos vemos en la próxima cobertura mis queridos futboleros dilettantes – siempre listos otro café cargadito adrenalina cancha nuestra liga favorita!