¡Buenas, che! Si te perdiste el partido entre Huracán e Independiente Rivadavia, no te hagas mala sangre, acá te traigo un resumen picante como salsa de chimi en asado con amigos. Y sí… aunque nos pidieron evitar hablar del asado y mate, ¡pero cómo olvidar nuestra pasión por la pelota!
El 16 de marzo del 2025 en el Estadio Tomás Adolfo Ducó (un escenario que ni Charly García despreciaría para uno de sus recitales), se dio un encuentro digno de una letra de tango: dramático pero hermoso.
La primera mitad fue más aburrida que bailar sin música. Ambos equipos parecían estar jugando a las escondidas con el gol porque terminamos esos primeros 45 minutos con un empate a cero que ni Fito Páez hubiera imaginado componer.
Pero como quien no quiere la cosa y siguiendo esa costumbre bien argenta de dejar todo para último momento, los quemeros salieron al segundo tiempo decididos a convertirse en los Gardel del fútbol local. A los 69 minutos Ezequiel Ojeda rompe la red tras una jugada más armada que novela de Suar; luego Emiliano Ramírez metió un penal tan justo como justicia divina al minuto 88 – ese golazo merecería ser pintura colgada en alguna capilla porteña.
Los muchachos de Independiente Rivadavia intentaron responder con cambios estratégicos -similar a cuando tu vieja cambia la decoración del living esperando milagros- pero nada podría salvarlos from the inevitable defeat. Terminaron pidiendo clemencia o tal vez algún milagrito al Gauchito Gil mientras veían cómo Huracán celebraba su victoria por dos goles contra cero cuando sonó el pitido final.
En cuanto a tarjetas amarillas, parecía rebaja en shopping durante Black Friday — todos queriendo llevarse una para casa! Desde tempranito ambos equipos fueron mostrando temperamento fuerte y ganas fieras; claramente demostrando que este baile iba tener sabor especial desde inicio hasta fin.
Y bueno mi gente linda, así cerramos otro partido épico bajo nuestro cielo celeste y blanco donde Huracán demostró ser más efectivo frente al arco rival mientras nuestros hermanitos mendocinos deberán volver cantándose unas buenas zambitas tristes por esta derrota. ¿Qué será lo próximo? No hay dudas… seguir disfrutando nuestra pasión futbolera cada fecha.
Nos vemos próximamente comentando otra jornada plena donde seguro tendremos más emociones que serie turca maratoneada domingo lluvioso — ¡Hasta entonces!