¡Qué partidito, papá! Entre Los Andes y Gimnasia Y Tiro no se sacaron ventaja
Buenas a todos, ¿cómo andan? Les traigo un análisis fresquito del último encuentro entre Los Andes y Gimnasia Y Tiro en el mítico Estadio Eduardo Gallardón. El partido terminó como empezó, 0-0, pero vamos a desgranar este empate que tuvo menos emociones que recital de playback.
Un primer tiempo más aburrido que bailar sin música
Empezamos la tarde con muchas expectativas pero nos encontramos con dos equipos jugando al “a ver quién bosteza primero”. No sé ustedes, pero yo me sentí como en una canción de cumbia lenta donde esperas eternamente ese estribillo pegajoso que nunca llega.
Amarillas decorativas
Para darle algo de color al asunto (y porque no había mucho más), C. Arce de Los Andes recibió su amarilla temprano en el minuto 27, seguido por M. Asenjo también pintándose de amarillo en el segundo tiempo. Esos fueron los momentos picantes si es que podemos llamarlos así.
Cambios: Una estrategia o una súplica divina?
Las sustituciones parecían rondanas del rosario tratando invocar algún milagrito futbolístico:
1. En el minuto 44, L. Barrientos dejó lugar a B.Leizza buscando alguna inspiración celestial.
2. Ya avanzado el juego vinieron las apuestas fuertes; E.Diaz y G.Canete entraron para poner sus pies sobre la bendita grama aunque no pasara gran cosa después.
Parecería ser que hasta los técnicos querían hacer otro tipo de cambio… tal vez cambiar todo el equipo si eso fuera posible.
La saga continua…
En cuanto al lado visitante, sustituyeron tanto como pudieron también: F.Rojas pisó cancha por Keko; R.Villareal hizo lo suyo intentando reemplazar aire por aire – porque ni uno levantaba al espectador del asiento– y M.Morello ingreso rogándole a San Expedito un gol antes del pitazo final.
Final anunciado
Y bueno che… Al final nada cambió desde aquel silbatazo inicial hasta cuando sonó la chicharra finiquitadora (como diría Divididos): seguímos igualados sin goles ni gloria algunga tras 90 minutos regulares más cinco adicionales tan inesperadamente productivos como legislatura vacacional…
Así cerré mi jornada sabatina deportiva pondering qué podría haber sido e imaginandome qué hubiera pasado si esos cambios fueran hechos pensando menos en mantener la forma física y mas poniendo corazón ‘futbolero’ real ahí dentro – quizás habríamos visto otra historia.
Nos leemos pronto para seguir lamentándonos o celebranco — depende del día— ya saben cómo es esto del fútbol argentino: siempre te deja esperadno algo mejor pa’la próxima!