¡Hola, queridos fanáticos del fútbol! Hoy les traigo una joyita de análisis sobre el último partido que se disputó en la tierra del tango y el rock nacional. Hablamos nada más ni nada menos que del enfrentamiento entre Sarmiento Junín y River Plate, disputado en el mítico Estadio Eva Perón de Junín.
El encuentro terminó con un sabor a Vinagre Melgarejo (por lo agrio, digo), ya que ambos equipos no pudieron sacarse ventajas y firmaron un empate 1-1. Desde temprano los árbitros empezaron a repartir tarjetas amarillas como Charly García discos en los ’80: Leandro González Pírez por parte de River y Carlos Villalba para Sarmiento mostrando su mejor cara al minuto 14 y 16 respectivamente.
Pero no todo fue tan parado como autobús lleno en hora pico; al minuto 30, M. Borja logra romper la red para River después de una asistencia milimétrica de F. Mastantuono, dando esperanzas breves como romance veraniego adolescente. No obstante, justo antes del descanso –en el tradicional suspiro antes de salir al entretiempo– J. Insaurralde marcaba para Sarmiento tras recibir un buen pase desde las botas magistrales de J. Gho.
Volviendo a la cancha cómo quien vuelve a casa después de visitar a la suegra, hubo triple cambio en River buscando algo nuevo —tal vez inspirados por Gustavo Cerati— pero sin mucho éxito finalmente.
Avanzada la segunda mitad siguieron lloviendo tarjetas amarillas cual canción triste bajo paraguas roto; Kevin Castaño también recibió su postal recordatoria mientras Renzo Orihuela levantaba debates hasta hacerse merecedor otra vez del color mostaza popular (amarillito).
Y cuando pensábamos que veíamos algo diferente con un penal anunciado gracias al VAR hacia el final – porque sí señores así es este hermoso juego-, ¡zas!, cancelado tal concierto prometido por Pappo reencarnado… Finalizando con varias sustituciones tratando desesperadamente cambiar rumbos como buscar salida rápida en laberinto eterno…
Como ven muchachos/as este ha sido otro capítulo digno serie dramática donde cada equipo tuvo su cuarto hora lluvia dorada pero no bastó convencer plenamente santos patronales balompié local… Nos quedan entonces reflexiones picantes dulces choris evento ¿verdad? Esperemos próximo round traiga goles vendaval dejándonos saciar sed victoria clara cristalina!