¡Buenas, muchaches! Agárrense de las sillas que les voy a contar una hazaña futbolística estilo Charly García en pleno concierto, pero sin piano volador. En nuestro querido Estadio Nuevo Francisco Urbano se cocinó un partidazo digno de ser cantado por Mercedes Sosa, aunque más desbalanceado que debate político en año electoral.
Este encuentro entre Tigre y Berazategui por la Copa Argentina no fue menos épico que una misa del Gauchito Gil. El primer tiempo pasó más tranquilo que domingo de resaca, con el marcador tan vacío como promesa electoral—un cero clavado para ambos equipos. Pero oh amigos, como buen tango porteño, la emoción estaba esperando su turno.
Entrados los segundos 45 minutos —más precisamente al minuto 50— A. Oviedo (que estaba más afilado que faquín en recital de La Renga) factura el primero para Tigre asistido por L. Scipioni; juntos sincronizados mejor que Pimpinela en karaoke familiar. No contentos con uno solito y antes de darle chance a Berazategui para respirar – pum! Otro golazo al 63′, otra vez cortesía del señor Oviedo quién pareciera tener el arco rival abonado como palco VIP en show del Indio Solari.
Mientras tanto los cambios empezaron a brotar cual fanáticos cuando suena “Ji Ji Ji”, porque claro está, cuando te están pintando la cara peor que estudiante universitario haciendo “la previa”, algo hay que cambiar ¿no? Berazategui movió sus piezas tres veces al minuto 66 intentando una jugada maestra tipo Soda Stereo revirtiendo mal paso pero nada cambió demasiado.
Y bueno pa’ rematarla… Golpe final al corazón beraza-tense: tercero llega justo después gracias a I.Russo quien andaba derecho como escuadra carpintera con todo y cambio fresquito desde banca incluido hacía solo dos minutos atrás!
Con este resultado Tigre avanza dejándole claro a todos quienes mandan hoy día siendo campeonato musical donde ellos son rockstars indiscutidos mientras Berazategui se va buscando cómo hacer para volver sin lágrimas o buscar algún milagrito San Expedito for next round…
Ahora sí che… apaguemos luces e irnos pensando cuanto falta pal próximo partido porque si es así emocionante vamos preparandonos unos mates bien cargados o quizá directo nos sacamos unas birras heladas celebrar victoria ¡Salud!